El Otoño viene a representar el comienzo del final de todo un ciclo, sin embargo, desde mi punto de vista también representa, por la fecha, el paulatino comienzo de otro, que se abre paso firme.
Pero en esta oportunidad, el
comienzo de esta estación tiene un doble sentido para la localidad, ya que este
es un otoño distinto a los que por muchos años he observado, debido
fundamentalmente por los adelantos que se realizan actualmente, y probablemente
por ello sea el último en que podamos ver a nuestro Pelchuquín como siempre lo
hemos visto o conocido.
Como olvidar el primer día que
entré a Pelchuquín hace ya unos 15 años atrás y más o menos en esta misma
fecha... una imagen de su entrada, radiante y rodeada de árboles, está grabada
en mi memoria, muy similar a la de estas fotos.
Pero en unos días más veremos esta entrada de forma diferente. El paño de asfalto, que ha
permanecido prácticamente intacto desde hace poco mas de medio siglo, dará paso
a días de escombros, maquinarias y tierra, para dentro de este mismo año transformarse
en un nuevo acceso pavimentado que, según como señala el proyecto, además contempla una
vía peatonal y una ciclo vía. Estos trabajos además se suman a otros mejoramientos que se realizan en el interior de la Villa como es la construcción de alcantarillado y posterior pavimentación de calles.
Este acceso debe de ser uno de los espacios que guarda mayor cantidad de
simbolismos y recuerdos para la población, constituyendo uno de sus iconos tanto urbano como patrimonial, por ello es muy importante y plausible que en este
proyecto se haya contemplado también a peatones y ciclistas que hacemos diariamente un
tránsito cotidiano por esta avenida, haciéndola más segura, moderna e integradora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario